11 de febrero de 2009

BUSCANDO UN SAPO A QUIEN BESAR

Desde chiquititas ya nos están atosigando con las pelis de Disney donde la princesa conoce a su príncipe azul y viven felices por toda la eternidad…bueno al menos hasta que termina la peli…porque será que después no siguen mostrando lo que ocurre….acaso el príncipe se destiñe?
Y Hollywood?? Uy uy uy ellos si que nos alimentan desde que salimos de la etapa Disney hasta…hasta….hasta que estamos mas con San Pedro que con Julia Roberts.
Ni hablar de las novelas…no importa origen todo es lo mismo: chica/o pobre se enamora de chico/a rico, pasan por un sinfín de complicaciones, pero en el último o en el mejor de los casos en el anteúltimo capitulo ya están juntos, se casan y son felices para…para…para…¿para siempre?. No importa la nacionalidad del culebrón….con mayor o menor acento el argumento es el mismo.
Y Corín Tellado?? Ay mi dios…ahí si que esta puesta toda la carne al asador…si eso no nos convence que el príncipe azul puede ser hallado…entonces tenemos que darnos por vencidas. Hasta acá, hay sobradas muestras de que pese a los contratiempos, el príncipe azul puede encontrarse…al menos en la ficción.
Pero hay que tener ojito en esta ardua búsqueda ya que más de una vez podemos llegar a tener inconvenientes con la identificación de la especie y sin quererlo y en ese afán por encontrar nuestro sapo, se nos cuela alguna rana…
Seguramente conocerán a mas de una (ejem ejem….creo que debo incluirme) que se la ha pasado besando ranas sin siquiera enterarse…y millones que se han quedado con una rana amiga, conocida, limpita y formal porque para que seguir probando… “Mas vale rana besada que sapo sin besar”…(aquí si que me hago a un lado…en esta clasificación no entro)
Por suerte hay dos cosas que tenemos claritas, una que podemos encontrar al príncipe azul, y dos que en ese camino podemos cruzarnos con algunas ranitas. Pero no importa, verdad? Todo vale con tal de encontrarlo. Eso si…cuantos sapos habrá que besar hasta que llegue el correcto, es una incógnita que jamás podremos responder.
Ahora mi pregunta es la siguiente, una vez que besamos al sapo exacto y se convirtió en el príncipe azul, que pasa? se va lavando el color azul intenso y pasa a ser una especie de celeste humo (como me gustan estos colores tan extraños) o el color queda firme, intacto y hasta parece que con el tiempo se pone mas lindo? La verdad no tengo idea, pero por el paneo que uno puede hacer en el mundo que nos rodea, creo que ningún azul se mantiene MUY firme por mucho tiempo.
Pero como suecede en las novelas, en los cuentos de Disney, para que nos vamos a preocupar por lo que ocurrirá después, disfrutemos de la búsqueda y besémonos muuuuuuuuuucho.

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