Si buscamos en un diccionario el significado, por separado, de cada palabra el resultado que obtenemos es el siguiente:
Angustia: Aflicción, congoja
Oral: Relativo a la boca
En términos simples y para que se comprenda dentro del contexto femenino, la “angustia oral” es aquella sensación de tristeza, vacío, ganas de llorar sin sentido (aunque a veces esta asociada a un sentimiento de felicidad pero con extremo nerviosismo) canalizada a través de la necesidad casi irracional, mejor dicho irracional cien por ciento, de ingerir alimentos, sólidos en lo posible.
En este punto debo hacer un paréntesis, la palabra compuesta “angustia oral” es sinónimo de nuestros tiempos….no me pregunten quien lo invento porque no la conozco, pero si se fehacientemente que fue una mujer.
A esta altura ha quedado claro cual es la reacción ante este síntoma, verdad? aunque se debe tener en cuenta que dependiendo de la gravedad del asunto la canalización podría darse a través de dulce o salado y si el estado es avanzado pueden ser ambos tipos de alimentos.
La naturaleza de este estado es variada, en muchos casos se suele dar por una ruptura sentimental, aclaro que esto sucede principalmente cuando son ellos quienes nos dejan. La necesidad de alimento aquí, es muy grande, generalmente tiende a relacionarse con la ingesta de dulces (si es chocolate mejor), aunque luego de una gran dosis de este, nos decantaremos por algo salado.
Otra situación causante de dicho estado puede ser el ya conocido SPM (Síndrome Pre Menstrual para los mas burritos que leen esto) y aquí si, aquí vale absolutamente todo, además de querer comernos la vida, solemos tener un estado muy variado de animo, es decir, pasar de la hiperactividad absoluta a la extrema pachorra…pero eso lo dejamos para cuando hablemos del tema específicamente.
Las situaciones estresantes en el trabajo también son causantes de un estado de “angustia oral” importante, en el cual cuanto mayor responsabilidad tengamos en el mismo, mayor será la necesidad de comer!.
Por otro lado, la “etapa previa a una cita” puede generarnos las mas variadas reacciones, es decir, comer a la vez un bombón de chocolate con un sándwich de jamón, o bien una empanada de carne junto con una factura rellena de dulce de leche (ay…estoy comenzando a sentir una sensación terrible de angustia oral).
Aquellos momentos previos a un examen, a una entrevista laboral, el primer día de trabajo, a conocer a la familia de nuestro “peor es nada” (ay que antigüedad!!) o sea, a cualquier momento que nos genere un estrés galopante será una buena oportunidad para darle rienda suelta a nuestra “angustia oral”.
Buceando un poco en el tema, encontré “expertos en el tema” que dicen que se debe tener presente que comiendo no solucionamos nada, que la angustia oral atenta contra aquellos que queremos bajar de peso (si, lo reconozco quiero bajar esta pansa asquerosa que tengo…pero ya me llegara el momento, por ahora emocionalmente no puedo…).
Seguramente todos ellos tiene razón, pero quien nos quita esa sensación, (aunque mas no sea de un par de minutos) que nos brinda comer lo que nos apetece en “ese” preciso momento, en el momento critico…total, ya pasara, ya lo superaremos si es por amor, ya aprobaremos el examen o no (ahí el remedio será estudiar un poco mas), la familia del susodicho nos adorara, el trabajo nos saldrá (y si no sale, ya tendremos mas entrevistas y encima en la otra que nos van a tomar estará nuestro príncipe azul…ay…estaré proyectando algo?...me fui de tema…lo siento)
En fin, cuando nos ataque el brote angustioso amigas mías, comamos impunemente y aleguemos “estado critico de angustia oral”, y por su bien, que nadie se atreva a decirnos nada…están de acuerdo?...
