Dentro del diccionario de la real academia veronistica (y seguimos sumando nuevos términos a mi léxico) las carteras femeninas representan aquel complemento indispensable para la mujer, el cual puede venir en diferentes tamaños, colores y materiales.
Si hablamos de detalles o características podemos decir que hay con tira larga, tira corta, doble tira, una sola tira, con cierre, con botón o botones, con abrojo, con broche, de cuero, tejidas, de telas varias, de plástico. Y también según su tamaño podemos citar las siguientes: cartera, carterita, bolso, bolsito, sobre, sobrecito, mochila, mochilita. Esto simplemente es una muestra de la amplia variedad que podemos encontrar.
Otro detalle a tener en cuenta son las marcas, donde están aquellas que son INCOMPRABLES para las mortales como yo, dícese de las Louis Vuitton que una de tamaño medio tiene un costo de aproximadamente USD 1000. Con esta referencia creo que no debo agregar nada más. Pero para quienes no tienen acceso a estas, están las famosas “imitaciones”, con una diferencia monetaria abismal y una diferencia de calidad también abismal, pero quien nos quita lo canchera que quedamos al llevar una “Luis Tuiton” en nuestros hombros.
Hablando seriamente, el diccionario de la real academia española define cartera como un “Objeto de forma cuadrangular hecho de cuero u otra materia generalmente flexible, que se usa para llevar en su interior documentos, papeles, libros, etc”
Y es justamente en este etc donde quiero centrarme, es tan exageradamente amplio que me da miedo de solo imaginarlo. Y es por eso que las mujeres tenemos que acudir con frecuencia al masajista por contracturas musculares agudas. Son tantos los kilos de cosas que podemos llegar a introducir en ellas que las repercusiones son muchas también.
A lo básico que debe haber en una cartera, tenemos que sumarles el famoso “por las dudas llevo…”.
Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:
- Por las dudas llevo el paraguas, porque amaneció lindo, pero hay unas nubes que pueden ser lluvia cuando salga de trabajar, por lo tanto adentro.
- Por lay las dudas llevo el desodorante, no sea cosa que haga mucho calor y “Rexona” me abandone (voy a tener que cobrar la publi)
- Por las dudas llevo el perfume y las pinturitas, mira si justo me llama XXX (colocar aquí el nombre del candidato del momento) para ir a tomar algo.
- Por las dudas llevo el santizante para limpiarme las manos por si llego a ir a comer.
- Por las dudas llevo bufanda y guantes porque puede que refresque un poco a la tardecita, o si vuelvo tarde a casa y refresca.
- Por las dudas llevo una muda mas de ropa interior, por si me voy a lo de XXX (seguimos colocando aquí el nombre del susodicho).
- Por las dudas llevo el mp3, mira si tengo que esperar en la cola del banco mucho tiempo.
- Por las dudas llevo el libro que estoy leyendo, mira si en el medico hay demora.
- Por las dudas llevo papel y lápiz, tal vez se me ocurra algo para escribir en la próxima entrada del blog.
- Por las dudas llevo aspirinas, mira si me da dolor de cabeza en el trabajo.
- Por las dudas llevo una remerita mas, por si hace mucho calor y me abandona “Rexona” (a esta altura me tengo que hacer rica con la publi).
- Por las dudas llevo artículos femeninos, no estoy en fecha aun, pero uno nunca sabe.
- Por las dudas llevo la pincita de depilar, porque si tengo que esperar un ratito entre reunión y reunión aprovecho.
- Por las dudas llevo una pastillitas y/o chicles…el aliento ante todo bien rico, no sea que aparezca el príncipe y me agarre desprevenida.
- Por las dudas algo de papel higiénico, mira si justo voy a un baño que no tiene (aclaro, en los baños femeninos generalmente nunca hay)
Tener en cuenta que a esta lista cada mujer es libre de agregarle lo que crea mas conveniente sumar a su cartera.
Lamentablemente ahora tengo que dejarlos porque por las dudas voy a llevar un par de zapatos bajos, porque todo el día con los altos me agosta, asique en la ofi los altos y para caminar los bajos.
Nota: creo que voy a tener que comprarme una valija
